En el corazón de Perdriel, dentro de Bodega Dante Robino, hay un restaurante que refleja el espíritu de la bodega: fresco, simple y sin vueltas. Dante Cocina Local propone una experiencia relajada, con platos hechos con productos de estación y una carta que se disfruta mejor con una copa de vino en la mano.
Acá no hay menú cerrado. Se come a la carta, según lo que traiga la temporada y el antojo del día. Entre los imperdibles están las empanadas mendocinas con salsa llajua (picantita, como tiene que ser), la ensalada de tomates reliquia y una combinación fresca de remolacha encurtida con labneh.
También hay platos que homenajean la cocina tradicional mendocina: ojo de bife con ensalada tibia, hongos apanados y una milanesa de filete con papas fritas a la mostaza que es un clásico instantáneo. Para el final, el postre de quesos y dulces regionales dice mucho con poco y cierra el recorrido con sabor a casa.
Dante Cocina Local es para quienes buscan comer bien, tomar buen vino y disfrutar el paisaje sin complicaciones.
La fotos de este articulo fueron tomadas con un Moto G54 5G de Motorola Argentina


