Los vinos frescos y fáciles de tomar, por suerte, ya son más que una tendencia pasajera. Los tintos ligeros, rosados, blancos “pileteros” y distintos wine cocktails que se suman a los ya tradicionales ponches y sangrías llegaron para quedarse. Así lo entendieron los hermanos Pablo y Héctor Durigutti, de Durigutti Winemakers, que hace poco más de un año presentaron Cara Sucia, una línea con la que buscaron reivindicar los vinos de Rivadavia -la zona en la que crecieron- y acercar a más gente al mundo del vino. Por eso el lema “una vuelta a los orígenes”, que representa tanto a sus propios orígenes como a las viejas tradiciones argentinas de tener siempre un vino en la mesa y disfrutarlo en cualquier ocasión, sin esa solemnidad que adquirió en la última década.
La primera etiqueta de Cara Sucia fue el Cereza, hecho con uvas de parrales centenarios, un tinto fresco y frutado ideal para el verano, y muy versátil para usar en cócteles.
“Rescatamos parrales antiguos de fincas familiares y productores que conocemos en el este para elaborar variedades diferentes y enfocarnos en un estilo de vinos frescos, fácilmente bebibles, que vuelvan a poner al vino en la mesa de todos los argentinos y nuevos consumidores” cuenta Héctor Durigutti.
Ahora llegaron dos nuevas etiquetas que prometen ser un éxito: el Cara Sucia Blanco Legítimo 2019 y una edición especial Cara Sucia Sangiovese 2019 para aportar diversidad y riqueza con las cepas menos conocidas y bajo el mismo lema de recuperar las tradiciones.
“Queremos acercar más gente al mundo del vino, ofrecer un estilo de vinos simples y ricos para disfrutar en lo cotidiano, vinos versátiles capaces de adaptarse a diferentes situaciones de la mesa, el verano, las salidas y la gastronomía de todos los días. Por eso nos animamos a un blanco del este, nuestro blanco legítimo, y a la variedad Sangiovese, ligera y amena para los paladares de siempre y para los más jóvenes que le dan una oportunidad al vino. El fin es que cada uno lo beba como prefiera, en copa, en vaso, solo o con hielo, con una comida o como parte un trago. Son ideales para todo el año y en especial para el verano” afirma Pablo Durigutti.
EL VINO CARA SUCIA BLANCO LEGÍTIMO 2019: co-fermentado con variedades del mismo antiguo viñedo de Rivadavia, combina Palomino, Pedro Ximénez, Ugniblanc, Chenin, Moscatel Amarillo y Sauvignonese. Luego de la maceración en frío fermenta con levaduras autóctonas en huevos de cemento, ofreciendo un blanco untuoso con la expresión de las hierbas frescas, la manzana y el pomelo.
CARA SUCIA SANGIOVESE 2019: recreando la tradición inmigrante oriunda de la Toscana, este Sangiovese se presenta como una edición especial que rinde homenaje a Tullio Mattioni, familiar de los hermanos Durigutti. Fue quien trajo desde Italia estas estacas para plantarlas en el año 40’. Con su primera vendimia y los primeros vinos en damajuana que trasladaban a los pueblos santafesinos adquirió el Federal 47’, símbolo del packaging de Cara Sucia. Ligero y de taninos suaves es un vino amable y muy bebible, ideal para el calor del verano y las comidas simples.
“TINTO DE PRIMAVERA”, UN COCTEL ESPECIAL PARA LAS TARDES DE CALOR
En el festival Holy Spirits (una feria de vinos y destilados que organicé el 10 de noviembre), con los chicos de La Compañía Bar en Eventos se nos ocurrió agregar a las opciones de la barra un cóctel con vino, y el elegido fue justamente el Cara Sucia Cereza, por du versatilidad. Así fue como Juani Quijano y Sabrina Traverso crearon el “Tinto de Primavera”.
¿Cómo se prepara?
3 oz de vino tinto Cara Sucia Cereza
1/2 oz de vermuth Martini Bianco
3/4 oz de cordial de lima y sauco
1 dash de bitter angostura
Garnish: una ramita de romero