Premisa número 1: en Mar del Plata se come MUY bien. No estoy descubriendo nada nuevo con esto. No se si es el agua, el aire o la magia de este lugar, pero acá están las mejores medialunas, churros, pastas, alfajores y, por supuesto, una pesca fresca impresionante.
Premisa número 2: cuando el producto es bueno y se lo trata bien, el resultado es bueno.
Con esta base, y habiendo comido realmente bien en varios lugares de La Perla del Atlántico, hasta ayer no había probado nada que me dejara diciendo «wowwww» en cada bocado. Quizás porque, cuando las expectativas son tantas, es difícil alcanzarlas. O, modestia aparte, porque muchas cosas me gustan mas cuando las cocino yo. Peeeeero, dicho todo esto, llegué a Lo de Fran, cocina de mar.
Acá también tenía grandes expectativas (reservé la mesa hace un par de semanas porque siempre se llena), pero se cumplieron demasiado bien.
Comí el mejor pulpo de mi vida. Nivel emoción. Punto de cocción perfecto, suave, tierno, sabroso. Con un puré que, sin quitarle protagonismo, fue otro diez.
Probé unos chipirones demasiado bien hechos. Salteados con oliva, perejil, pimentón y papá. Simples. Como tienen que ser.
Y el tiradito de atún rojo con sésamo, qué decir… Una delicia.
Amé que cuando vieron que quería probar todo me ofrecieron pedir «medias porciones» (aún así, me quedan demasiados platos por probar). Que los platos sean abundantes y poco «complicados». No es necesario llenar de ingredientes un plato cuando lo que tiene que lucirse es el producto. La ambientación es simple. Todo lo hacen simple.
Me convidaron un langostino como no comí nunca (lo sirven abierto, y salteado sobre sal, y aún así la textura es perfecta pero no es nada salado). Y me quedé con ganas del postre, pero no me entraba una cuchara más (y no quería quitarme el sabor del pulpo).
Si alguna vez van a Mar del Plata y quieren comer algo que no se van a olvidar por mucho tiempo, traten de ir (y si son varios mejor, pues no les va a pasar como a mi que quedé con antojo de probar mil cosas más).
Las fotos de este artículo fueron tomadas con un motog82 de Motorola Argentina