Después de un largo parate por la pandemia, llega uno de los eventos más esperados del año: la regata gastronómica Saint Felicien, en la que cocineros y embarcaciones participan por el premio al mejor plato, además de la clásica competencia náutica.
Se trata de 28 embarcaciones clásicas que sortearán las aguas del Río de la Plata, como tantas otras veces, en búsqueda de la meta de obtener la mejor puntuación, solo que, una vez más, se agrega un nuevo tripulante: Un cocinero, que deberá llegar también a tiempo con su preparación culinaria para que un jurado le asigne una calificación basada en cuatro tópicos: originalidad del plato, presentación, sabor y temperatura.
Otra vez, la propuesta es que la Regata Gastronómica Saint Felicien desafíe a los participantes a incluir un ingrediente obligatorio; este año, el Tomate. Adicionalmente, encontrarán un ingrediente sorpresa, que se les entregará el día de la partida junto al delantal y al gorro.
Mientras los competidores disfrutan de un momento que los vincula con agua, viento y fuego, en tierra estará el cuarto de los elementos de este «cosmos lúdico» que propone la Regata; diversión para invitados y familiares. Juegos para grandes y chicos, degustación de vinos y quesos, y una pantalla gigante donde podrán seguirse las vicisitudes que los embarcados quieran hacer llegar en tiempo real.
Fecha y lugar: Sábado 22 de octubre, 11 hs en el Yatch Club Argentino (Puerto Madero)
Embarcaciones participantes:
1. Clásicos (de 1950 a 1975)
2. Vintage (antes de 1950)
3. Spirit of tradition (posteriores a 1975)
En las categorías Clásicos y Vintage se encuentran los mejores barcos del Río de la Plata y probablemente de Sudamérica.
Cocineros participantes:
Jerome Mathe, Paula Méndez Carreras, Alberto Giordan, Pol Likman, Napo Castellone, Joaquín Alberdi, Leo Fumarola, Darío Gualtieri, Diego Gera, Cristina Sunae, Marcos Meinke, Lucho Lopez Fuentes, Juani Fuoco, Pablo Spertino, Sergio Asato, Leandro Bousada, Matías Kreimann, Patricia Rodríguez Real, Romina Moore, Ezequiel Gallardo, Italo German Rupert, José Luis Mastellone, Julian Tibuk, Lautaro Fili y Leandro Egozcue.
Jurado gastronómico:
Gustavo Lena, María Demichelis (presidente), Sabrina Cuculianski y Daniel Tedin por la Asociación Argentina de Veleros Clásicos.
Premiación náutica:
Se usará el «handicap» que cada barco tiene publicado en la página de la AAVC. Se entregarán tres premios por cada categoría y no hay clasificación general, ya que así lo prevé el reglamento de la CIM (Comité Internacional del Mediterráneo), el que usa la AAVC.
Premiación gastronómica:
– Mejor cocinero: Premio challenger que se llevará este año el cocinero que individualmente obtenga el mayor puntaje asignado por el Jurado Gastronómico. Al tratarse de 4 jurados, en caso de empate, el presidente definirá el ganador.
Premio regata gastronómica:
Será discernido a la embarcación y al cocinero que sumando la puntuación del plato y la performance náutica obtenga el mejor puntaje.
Bocinazo de salida:
Falta poco para cruzar la línea de salida y encarar la pista. Los navegantes desconocen las corrientes que habrá ese día. Tampoco saben ni la dirección ni la velocidad del viento. Los cocineros no tienen del todo claro si la competencia dura 69 minutos, se acorta o alarga en función del derrotero de cada embarcación. Sin embargo, cada ingrediente debe estar en su punto, la temperatura adecuada y el plato con la presentación que mejor cautive a los 4 jurados.
Unos incorporarán a su léxico «blanquear», «sofreir», «saltear», «mantecar» o «a fuego vivo», términos muy propios de las cocinas, y otros descubrirán palabras como «cuarta», «barlovento», «braza» o «amura», más propios de las labores náuticas. Esa simbiosis entre lo uno y lo otro, ese meter fuego en el agua, esa comunión entre el aire y la tierra es lo que propone sintetizar la Regata Saint Felicien, que propone que cada quien haga lo que mejor hace pero de un modo diferente.
La primera edición, que partió desde el Puerto de Olivos, tuvo como ganadores a Jose Luis Mastellone, del restaurante 1988 de Manzanares, y a Paula Méndez Carreras, de Corazonada en San Antonio de Areco.
La foto de esta nota fue tomada con un Moto G41 de Motorola Argentina