En el marco de la final de World Class, Diageo homenajeó a los periodistas con un menú espectacular, servido en la terraza del Hotel Emperador -con las mejores vistas de Madrid- y maridado con cócteles de Luca Anastasio, head bartender del hotel.
Como aperitivo, pudimos probar bombones de foie con coulis de frutos rojos y croquetas de jamón ibérico. El cóctel elegido para acompañarlo fue el “Sherry & Mint Julep”, con Whiskey Bulleit Bourbon, Pedro Ximenez, sirop de vainilla, hierbabuena y soda.
La entrada fue un carpaccio de besugo con falso frito al revés y alga wakame, maridado con Doña Margarita -la mejor margarita que probé en mi vida-, preparada con Tequila Don Julio Reposado, sirope de agave ecológico, jugo de lima, sal y tajín clásico.
El plato principal, un clásico español; bombón de rabo de toro con parmentier de papas. Para acompañarlo, Luca eligió el cóctel de la casa: el Emperador, con Whisky Johnie Walker Gold Label Reserve, triple sec, Pedro Ximenez, sirop de vainilla, jugo de limon y bitter.
Lo mejor -o, por lo menos lo que a mí más me gusta- llegó con lo dulce; el Tiramisú Martini estuvo IMPRESIONANTE (me dieron ganas de pedir la receta, pero voy a tratar de descifrarla). El cóctel para el cierre fue una versión “veraniega” del Espresso Martini, preparado con Vodka Ciroc Coconut, licor de cafe, licor de cacao oscuro, sirop de vainilla y café espresso.
Semejante festival de sabores al sol pedía a gritos una la siesta al borde de la piscina, pero la definición de la competencia estaba demasiado buena como para dejar de verla.