Chandon celebra el Día del Chardonnay destacando una cosecha 2025 excepcional y el carácter de su Blanc de Blancs

La cepa blanca emblema de la bodega volvió a ser protagonista de una vendimia
marcada por la frescura, la expresión varietal y la innovación enológica.

En el marco del Día del Chardonnay, Chandon rinde
homenaje a la variedad que forma parte de su ADN desde su fundación en Mendoza,
en 1959. La cosecha 2025 ha dejado una huella notable en los vinos base, ofreciendo uvas
de excelente sanidad y perfiles varietales que combinan frescura, expresión aromática y
equilibrio natural. En un año marcado por una vendimia adelantada y de alta intensidad
logística, Chandon logró ingresar uvas en un estado óptimo, especialmente en las zonas de
altura del Valle de Uco, reafirmando el rol protagónico del Chardonnay en la elaboración de
espumosos de alta gama.
Según Ana Paula Bartolucci, Chef de Cave de Chandon Argentina, “el Chardonnay se
destacó este año por su intensidad frutal, su frescura y una textura untuosa que augura
espumosos complejos y elegantes. La sanidad fue óptima, lo que nos permitió trabajar con
precisión para preservar cada perfil aromático y textural de la variedad.”
En esta añada, el Chardonnay mostró una vibrante expresión aromática, con notas
cítricas y frutales que se conjugan con una acidez natural precisa. En boca, los vinos
base se presentan con una textura amplia, buena tensión y una estructura que promete
longevidad y refinamiento, cualidades fundamentales para los espumosos de Chandon.
Entre los productos del portfolio de Chandon, su Blanc de Blancs, resultado de este saber
hacer, refleja fielmente el potencial del Chardonnay mendocino. En nariz ofrece aromas
de durazno blanco, pera y flores, mientras que en boca se impone con una entrada
delicada, acidez refrescante y una textura cremosa que combina frescura con
complejidad, gracias a su crianza sobre lías.
“Chandon Blanc de Blancs es una expresión elegante y pura del Chardonnay de
altura. Su volumen en boca, su complejidad y su tensión lo convierten en uno de los
espumosos más versátiles de nuestro portafolio”, explica Ana Paula.
Desde su llegada al país en 1959, Chandon ha sido pionera en el impulso del Chardonnay
en Mendoza, promoviendo su cultivo en diversos terroirs y alturas, lo que ha permitido
explorar una paleta de expresiones cada vez más rica. Hoy, la bodega cultiva 125 hectáreas
propias de Chardonnay y proyecta un crecimiento sostenido a partir de 2027, con la
incorporación de 20 hectáreas anuales, reafirmando su compromiso con la calidad y la
innovación en sus espumosos.
“La diversidad que encontramos en los diferentes terroirs nos permite construir blends
con gran riqueza de matices. Esa visión, sumada a nuestro compromiso con la
calidad, guían el futuro de Chandon y de nuestros espumosos”, concluyó Bartolucci.

En este Día del Chardonnay, Chandon celebra no solo a una cepa emblemática, sino a una
cosecha que expresa lo mejor del terroir mendocino y la capacidad del equipo enológico
para seguir en la continua búsqueda de elegancia a través del Chardonnay, el alma de sus
espumosos.

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