Chivas House, una experiencia para todos los sentidos

Alguna vez pensaron en crear su propio blend de whisky? Yo, para ser sincera, no. Pero una vez que me senté en una mesa con cinco botellas de maltas con distinto caracter, una pipeta y una botella, me sentí una “Máster Blender” y me fui absolutamente convencida de que había creado el blend más rico del mundo.

Esa fue sólo una parte de las experiencias que pude vivir en la Chivas House, un espacio creado en una icónica casona de Buenos Aires durante dos semanas, para conectarse con la esencia de Chivas y descubrir cada una de sus facetas.

Bajo el lema “Success is a Blend”, la casa se llenó de espacios donde los distintos íconos de la marca pudieron desplegar esas facetas que hacen de cada whisky algo especial. La “Pasional”, representada por Chivas Extra, madurado en barricas de jerez españolas, estuvo reflejada en una sala donde prevalecían los colores rojos y la música flamenca. La “Festiva” de Chivas XV, añejado durante un mínimo de 15 años y completado en barrricas de Cognac Grande Champagne, mostró la chispa de la juventud mientras una DJ pinchaba discos y hacía mover hasta al más reacio. La “Artesanal de Chivas Mizunara, el primer whisky escoces que se termina en barricas de roble Mizunara japonés y adquiere un acabado especiado, estuvo reflejada en una sala iluminada en tonos verdes y azules, con una música que te transportaba sin dudas a los bosques japoneses. La “Compleja”  de Chivas 18, una mezcla de 85 sabores que tarda por lo menos 18 años en hacerse realidad, la representó una sala llena de espejos, donde OBVIAMENTE todos nos sacamos las fotos de rigor. Y la “Colaborativa”,  representada por Chivas Ultis -una joya que contiene cinco de sus maltas más preciadas, seleccionadas a mano entre cinco destilerías de Speyside- nos invitó a un juego de escape en grupo, al mejor estilo James Bond.

La pooibilidad de crear nuestro propio blend llegó después de catar, guiados por los Brand Ambassadors, las distintas expresiones de Chivas. Para crear el mío, elegíi una base frutada (125 ml), 75 ml de un whisky cremoso, 25 ml de whisky especiado, 12,5 de cítrico y 12,5 ahumado. Y no es por decir, pero quedó espectacular!

La noche terminó con una comida en la terraza del lugar, acompañada de cócteles riquísimos y, para que la fiesta sea completa, me llevé la botella de mi blend y un vaso grabados con mi nombre por la gente de Green Glass.

Amantes del whisky, aficionados o simplemente aquellos que lo quieren empezar a descubrir, la Chivas House tuvo lugar para todos ellos. Ya estoy ansiosa esperando la proxima edición.

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